28 de mayo de 2015

Guía de Bruselas. La cesta de la compra.

Consejos a los recién llegados para hacer la compra en Bruselas y la diferencia del coste de la vida España / Bélgica.

He estado unos días en Madrid y también en mi segundo hogar allí, el Mercadona.

Allí llené una cesta con las cosas que necesitaba porque viajo ligera de equipaje (con dos niños ya va bien) y al llegar a la caja a pagar me dieron ganas de abrazar al cajero y decirle que me pusiera 2 de cada.

Todo el mundo me pregunta en Madrid si Bruselas es muy caro. Está claro que todo es relativo y depende mucho de tu procedencia. También depende de lo que compares. Los índices son una media de transporte, comida, ropa, vivienda, suministros, ocio, etcétera.

Según el índice MERCER de diferencias en el coste de la vida, la ciudad de Bruselas está en la posición 56 y Madrid en la 63 dentro de las ciudades más caras para vivir (Barcelona en la posición 71). Éste fue uno de los índices que usaron en nuestra carta de expatriación. 7 ciudades de diferencia. Así no parece tanto.

Teniendo en cuenta el IPC (índice de precios al consumo), Numbeo tiene otro listado en el que Bélgica está dentro de los 15 países más caros para vivir... y España está en la posición 39. Esto ya me empieza a cuadrar...

Infografía de Movehub
Comparando con otros países europeos...

Según Movehub paso del naranja al gris con el cambio.
Cuando vienes de turista desde Madrid no se nota excesivamente. El transporte es sólo un poco más caro que en Madrid (14€ el bono de 10 viajes en metro/bus/tram), las entradas a los museos son un poco más caras y parece que uno asume que le vayan a cobrar 4€ por un café que además está malo.

La realidad de vivir aquí es distinta. Hay cosas más baratas, como algunos suministros o la gasolina, hay cosas que valen lo mismo, como la ropa de las grandes cadenas (Inditex, H&M...) y hay cosas más caras, algunas de primera necesidad como la vivienda (aunque depende mucho de tu zona de procedencia) o la cesta de la compra y otras que no practico tanto, como el ocio (comer fuera, copas, cine...).

Hoy voy a hablaros de la cesta de la compra. Y sí, digo cesta porque por lo que en Madrid llenas un carro aquí sólo llenas una cesta.

Lo peor de la cesta de la compra en Bélgica

Datos sobre la mesa, Bélgica está en la posición 19 de los países más caros (IPC) en cuanto a la cesta de la compra y España en la posición 50.

Y luego está cuando vas al supermercado y ves los rótulos de las estanterías. Soy de esas personas que mira la letra pequeña y recuerda los carteles de "el kilo/unidad sale a tantos €" y aquí a veces tengo escalofríos.

En general todo es más caro, especialmente los productos frescos. Pero lo que no esperaba encontrar son los altísimos precios de productos de limpieza o de perfumería. Estoy hablando de pagar hasta cuatro veces más por un detergente para la lavadora o del triple por un bote de la mitad de gel de baño. Lo cual daría para teorizar sobre los hábitos de higiene, pero mejor lo dejo, que quiero hacer amigos...

Comprenderán mis lectores españoles que entre en un Mercadona y se me salten las lágrimas en la perfumería.

Por supuesto en Bruselas hay distintas cadenas de supermercados con sus precios en competencia. Puedes comprar en Carrefour y sus distintas variantes, Delhaize, Colruyt, Lidl, Aldi, Cora... unos más caros y otros más cutres. Así que lo importante al llegar aquí es hacerte una ruta por todos y comparar los precios de las cosas que sueles comprar. Y hacer la compra peregrinando de unos a otros y también por los mercados de las plazas donde hay pescado, fruta, carne y demás productos frescos.

Así seguirás pagando más pero al menos haces deporte. Porque además el concepto "envío a domicilio" es prácticamente inexistente. Se puede hacer compra online** para llevar a casa en Delhaize y en Cora (con otros precios y con el cargo por compra online). Sí que está más extendido el servicio de ir a recoger la compra después.

**EDITO en MAYO 2020: Ya tiene servicio de entrega a domicilio el Carrefour (no en todas las zonas) y también en Wink.

En cuanto a la calidad. Aquí son más de carne que de pescado (moules aparte) y la carne es buena. También la verdura. Y gracias a la globalización la fruta también.

Cosas buenas de la compra de alimentación en Bélgica

Ingredientes del mundo

Como estoy haciendo un ejercicio de pensamiento positivo constante también he de decir que una cosa buena que tiene ésta ciudad es que como tiene una población extranjera tan numerosa, encuentras restaurantes de todas las cocinas del mundo y en sus supermercados, por muy normales que sean, siempre hay un apartado considerable de ingredientes de cocina internacional.

Como muestra el pasillo español de un Carrefour Market cualquiera de Bruselas:

Si no hay Casera nos vamos...
Así que si eres cocinillas como yo, estarás encantado de poder encontrar productos de cocina Thai, japonesa, mexicana (corrijo: Tex-Mex), sudamericana, kosher o unas lentejas sin tener que irte a tiendas especializadas; y además por un precio igual de caro que todo lo demás. Pensamiento positivo, ya os digo.

Otra cosa que me encanta son los mercados de barrio.

Me refiero a los puestos de venta ambulante que en cada zona ponen un día diferente y en donde puedes comprar quesos, embutidos, fruta, verdura, productos artesanales... y suelen estar mezclados puestos de comida y bebida donde tomar algo.

También han aumentado mucho en los últimos años las tiendas bio y las tiendas a granel.
Mis favoritas son Sequoia, Färm y The Barn Bio Market...

Hay mucho donde elegir, pero si quieres comprar barato tendrás que comprar en varios sitios a la vez y hacer tu trabajo de investigación dependiendo de tus necesidades y comer mucho más productos de temporada o notarás el aumento de precio. ¿Lo has notado?

13 de mayo de 2015

Guía de Bruselas. Una de cal y otra de fresas.

Una cosa buena y una mala de Bruselas

Las últimas semanas he tenido varias visitas en casa. Ha sido enterarse de que ya no tengo muebles de Ikea que montar ni cajas de mudanza por vaciar y ya quieren venir a vernos ;-)

Lo bueno es que estas semanas me han servido para reflexionar un poco y seguir con mi política de ver el lado positivo de la situación aunque a veces cueste.

Así que tengo la intención de contaros esas cosas que no vienen en ninguna de las múltiples guías de viajes sobre ésta ciudad... las malas y también las buenas.

Una de cada. He hecho un ejercicio de brainstorming y van a ir saliendo tal cual, sin orden ni concierto. Avisados estáis.

Una cosa MALA de Bruselas - La cal


Bruselas es una ciudad dura, sobre todo en lo que a su agua se refiere.
Yo vengo de los estándares madrileños, que ya se sabe lo exagerados que somos que nos creemos que sale del grifo agua mineral, pero es que sabe buena y no deja cercos blancos en todo lo que toca.

Al mudarnos a Bruselas hasta el veterinario de aquí nos dijo que no le diéramos agua del grifo al gato. Aquí todo el mundo tiene, cómo mínimo, un filtro para la cal en casa. Y se consume mucha agua embotellada. Nosotros nos hemos pertrechado de pastillas antical para los electrodomésticos y de una jarra con filtro para beber.

Otro tema es que te quedas como la lija al ducharte o los pelos de bruja.

Esto explicaría el precio de los geles de baño o champús... pero es sólo una teoría mía.

Una cosa BUENA de Bruselas - Las fresas


Bélgica es un país de manzanas y peras. Hay mucha fruta (la globalización es lo que tiene) y no es especialmente cara. Al llegar en invierno lo típico eran las manzanas y peras pero ahora ha llegado la primavera...

Soy adicta a las fresas. Antes lo sospechaba pero ahora tengo la certeza. En España hay mucho fresón grande y de color intenso que está bueno, pero lo de aquí son freeeeesas.

Desde abril hay puestos en las carreteras, en las plazas y en los mercadillos los fines de semana. Puedes comprar de distintos tamaños y están realmente buenas. Pequeñas, de semillas finas, muy jugosas y de color más rosado. Las pequeñitas son mi perdición y la de mi peque.

Fraises del mercadillo de Place Jourdan que casi no llegan a casa...

Me declaro muy fan de las fresas belgas y de sus frutos rojos. He probado también una mezcla de fresa y frambuesa (strasberry/framberry) unas fresas silvestres también riquísimas.

Sé que acabará la temporada y pensaré en ellas durante el próximo largo invierno bruselense.

¿No está mal el balance, no?
¿Qué es lo primero malo/bueno que os viene a vosotros a la cabeza?